ARMANDO GRISPINO

ARMANDO GRISPINO
IX DAN
INTERNATIONAL TAEKWON DO FEDERATION

QUIENES SOMOS



Hoy en día, por desgracia, aprender a defenderse en situaciones reales agresivas ya no es solamente una actividad interesante, sino prácticamente una necesidad. Y que duda cabe que, en el caso de las mujeres, lamentablemente, esta necesidad aún resulta más acuciante. En una época en la que los casos de agresión son cada vez más numerosos y violentos, en un sector social -como es el de las mujeres- que sufre dramáticamente los más diversos y brutales zarpazos de la violencia (acoso y violación sexual, violencia doméstica, violencia psicopática, bandas juveniles, etc.), el dotarse de un sistema eficaz de
Autodefensa puede suponer, ni más ni menos, que el perder o salvar la integridad física (o la vida) en cualquiera de las situaciones que frecuentemente derivan en los trágicos sucesos que tristemente abundan en las noticias de los medios de comunicación.

Desde una perspectiva absolutamente comprometida y profesional, Hemos desarrollado un programa específico de Defensa Personal Femenina para que cualquier mujer instruida en dicho programa táctico y técnico pueda afrontar eficazmente sin necesidad de fuerza física las posibles situaciones amenazantes o agresivas en las que pueda verse inmersa.

En efecto, esta instrucción prepara a sus alumnas para que puedan abordar con una mente clara todas las amenazas y agresiones que, desgraciadamente, más frecuentemente sufren las mujeres: acoso y/o violación sexual, violencia doméstica, allanamiento de morada, acoso y/o agresión a manos de un psicópata, maníaco u obseso, secuestro, bandas juveniles, delincuentes comunes, individuos bajo los efectos del alcohol y las drogas, etc.

Para afrontar toda la multiplicidad de situaciones agresivas o amenazantes, con esta instrucción la alumna aprende con cierta facilidad, sin necesidad de fuerza física, a sobrevivir en el suelo, a golpear objetivos anatómicos muy precisos, a utilizar los puntos de presión más fácilmente accesibles y dolorosos de todo el cuerpo buscando la provocación de disfunciones y efectos paralizantes, a defenderse de golpes lanzados por uno o varios adversarios a varias distancias, a escapar de los agarres al cuerpo o la ropa, a desarmar armas blancas y de fuego, a utilizar objetos personales cotidianos como armas defensivas, a identificar los distintos tipos de agresores y a evaluar las distintas situaciones, a adoptar la actitud más apropiada según el tipo de agresor basándose en técnicas y estrategias psicológicas, a controlar el estrés ante una amenaza o agresión real, etc.

Hay que destacar que todas estas técnicas se caracterizan por su altísimo grado de eficacia y funcionalidad en situaciones reales, y a su vez, por su simplicidad (para que una técnica sea eficaz debe ser simple, directa y que no requiera una coordinación motora fina, pues esta desaparece con la adrenalina de una situación real), no se trata de aprender centenares de técnicas, sino asimilar unos conocimientos muy concisos para resolver automáticamente cualquier situación agresiva, y por su correccion y precisión (es muy importante que se aprenda correctamente cada detalle técnico; la corrección o incorrección del ángulo de una presión o golpe, puede suponer la eficacia o ineficacia de una técnica en situaciones reales, con las correspondientes consecuencias derivadas).

Esta instrucción es impartida y se desarrolla en un sano ambiente de respeto y compañerismo, con un entrenamiento realista tanto por la escrupulosa selección de las técnicas más realistas (simples y directas) como por la sistemática realización de simulacros en distintas circunstancias y escenarios para preparar tanto técnica como psicológicamente a las alumnas en situaciones reales.

Tras la experiencia de instruir en las clases exclusivamente a mujeres llegamos a la conclusión de que resulta mucho más interesante (desde el punto de vista de la preparación autodefensiva) el que las mujeres entrenen con los hombres porque realmente una mujer, en caso de ser amenazada o agredida, lo será a manos de un hombre en la inmensa mayoría de los casos. De ahí que creamos que es muy positivo e interesante el que la mujer se acostumbre a aplicar las técnicas a un hombre, en nuestro caso los instructores generalmente de mayor corpulencia. Hay que ser realistas. Para afrontar las situaciones agresivas reales no se puede ir con ingenuidades. Así pues, esta Defensa Femenina es aplicada igualmente por hombres y mujeres de cualquier edad y condición física, ya que no requieren fuerza física ni elasticidad. A los hombres se les enseña las mismas técnicas que a las mujeres, pues son exactamente iguales para las personas de ambos sexos. Por ejemplo, en un intento de estrangulación la técnica autodefensiva es la misma para hombres como para mujeres; en una situación de suelo en el que el agresor está sobre la víctima la técnica para escapar de esa contingencia es la misma para hombres como para mujeres (en una situación real, en el caso de la mujer el agresor tal vez intentará abusar sexualmente, en el caso del hombre tal vez busque golpearle o estrangularle); en una situación en que la el agresor pretende acuchillar a la víctima, las técnicas defensivas son exactamente las mismas para hombres como para mujeres... y si dentro de las distintas situaciones de agresión hay alguna pequeña variación, en el entrenamiento se explica para que las mujeres lo practiquen así. En cualquier caso, si en alguna técnica o de forma continuada, una chica prefiere entrenar con otra compañera de clase tampoco existe ningún problema. Pero lo realmente ideal es que las chicas se acostumbren a aplicar técnicas a los hombres, tanto para una mejor preparación técnica como psicológica.